Tabla de Esmeralda Hermes Trismegisto mentarios a la Tabla de Esmeralda : Hortulano La Tabla de Esmeralda Fulcanelli ediciones La Tabla de Esmeralda. Jorge A. Mestas Ediciones. Avda. de Guadalix, 103. 28120 ALGETE (Madrid). España. Tfno: (34) 91 886 43 80 Fax: (34) 91 886 47 19 Email: jamestas Oarrakis.es S999 BY NC SA O Miguel Angel Muñoz Moya. O de la presente edición: Jorge A. Mestas Ediciones. ISBN: 978-84-95311-52-9 DL: M-32558-201 1 LA TABLA DE ESMERALDA Los contenidos de este libro pueden ser reproducidos en todo o en parte, siempre y cuando se cite la fuente y se haga con fines académicos y no comerciales ÍNDICE INTRODUCCION codoccococonononnoonacononnrnos 9 LA TABLA DE ESMERALDA La Tabla de Esmeralda de Hermes Trismegisto SN 35 Otra versión de la Tabla de Esmeralda ........ 39 Una versión más de la Tabla de Esmeralda .... 41 Versión simbólica de La Tabla de Esmeralda ... 43 EXPLICACIÓN DE LA TABLA DE ESME- RADLDA por Hortulano ..ooniocnnniicinioncccc.. 47 El Arte de Alquimia es verdadero y cierto... 3 La Piedra debe ser dividida en dos partes .... 54 La Piedra tiene en sí los cuatro elementos ... 55 La Piedra tiene padre y madre, que son el Soly la LUNA eiii 56 La conjunción de las partes es la concepción y la generación de la PiedTa ......oooooinccnnoc...... 57 La Piedra es perfecta si el Alma es fijada Eme CUETPO siii li iócis 58 LA TABLA DE ESMERALDA La mondificación de la Piedra o... La parte no fija de la Piedra debe separar la parte fija y elevarla .oooonnocnnnnicinncnnnncnom.. La Piedra volátil debe ser fijada una segunda De la utilidad de Arte y de la eficacia de la Piedra dias El Magisterio imita la creación del UNIVERSO ato Declaración enigmática de la materia della Piedra acota ictiada LA TABLA DE ESMERALDA. por Fulcanelli INtrOdUCCI Maira ran La Tabla de Esmeralda ..oooncnnonicnnnnnnninn.. Es verdad, sin mentira... 78.- El Sol es su padre..., 80.- ... y la luna su madre, 81.- El viento lo ha llevado... 82.- La tierra es su nodriza..., 82.- El Padre de todo..., 84.- Separarás la tierra del fuego..., 85.- Sube de la tierra, 86.- Así tendrás la glroa del mundo..., 86. 60 61 62 63 64 66 68 71 77 INTRODUCCIÓN La tabla de Esmeralda es un texto clásico atribui- do a Hermes Trismegisto del que, sin excepción, se reclaman discípulos todos los alquimistas. Estos en- cuentran en sus enseñanzas el resumen más conciso, pero también el más complejo, del arte hermético. Existen numerosas versiones de dicho texto, con variaciones a veces importantes. J. Ruska ha realizado un profundo estudio de ella sobre la base de cinco manuscritos árabes de los que hizo una edición crítica. Hemos traducido aquí la edición príncipe editada en Nuremberg, y otras versiones de revistas o libros especializados en alquimia. Además de las diversas versiones escritas de La tabla de Esmeralda, incluimos también una versión gráfica en lenguaje simbólico: la plancha 95 del Viridarium Chymicum,que así setitula, Tabula Smaragdina Hermetis. 1.- Tabula Smaragdina, Julio Ruska, Heidelberg, 1926 -9- LA TABLA DE ESMERALDA El lector atento podrá encontrar importantes varia- ciones entre las diversas versiones escritas, así como entre ellas y los comentarios de Hortulano. Igual ocurre con muchos textos de los maestros. Sirva el hecho para que el estudiante procure leer siempre los textos originales, vigile las traducciones, y huya de los charlatanes pasados y presentes. Las alteraciones de los textos proceden de la falta de trabajo en laboratorio. Como no se puede esperar quetodos los traductores, editores y publicistas diversos que se ocupan de alquimia sean alquimistas, el verda- dero discípulo tiene que ir un día u otro al laboratorio y elucidar por sí mismo. Cuando las alteraciones de los textos no son produc- to de la mala fe, suelen estar originadas por la actitud mental con la que se aborda la alquimia. Tres son los tipos más frecuentes de estas Ópticas generadoras de alteraciones, las tres equivocadas a nuestro juicio, con las que nos hemos encontrado a lo largo de nuestro trabajo. Una es la alquimia «espiritual». Estudiando la historia de la alquimia se pueden hacer varias constataciones. Una de ellas, evidentísima, es que consiste en un saber respecto a, relacionado con la natura- leza, con la $uvo1o?. Al menos esta primera constatación 2.- La palabra física no tenía entre los griegos el sentidorestringido que ordinariamente se le da hoy. Derivada del verbo fuo nacer, producir, significaba naturaleza. -10- INTRODUCCIÓN nos permite sospechar que la alquimia no es solo un saber «espiritual» sino que tiene que ver con la materia en su sentido ordinario, con minerales, animales y vegetales considerados desde el punto de vista de las ciencias naturales. Todos los adeptos han insistido en ello. Que la alquimia sea madre de la química moderna no es pues ninguna casualidad. Parece que cualquier disciplina ale- jada del laboratorio no puede ser llamada alquimia. Claude d“Y ge resume muy bien esta manera de pensar. «Quienes piensen que la Alquimia es estrictamente espiri- tual que se abstengan; quienes piensen que la Alquimia es sólo un símbolo para desvelar analógicamente el proceso de la “realización espiritual”, en suma, que el hombre es la materia y el atanor de la Obra, que abandonen sus proyec- tos.»* La observación no es superflua. Permite al estudioso deslindar la alquimia de las «solicitudes engañosas o insen- satas» como las llama Canseliet. Dicho autor, junto con otros muchos contemporáneos, coloca entre estas solicitaciones al psicoanálisis -Bachelard y particularmente el desarrollado por Jung- y también a algunas teorías espiritualistas en boga. Fuera de la alquimia quedarían algunas corrientes especula- tivas abstractas. Emmanuel d“Hooghvorst, un estudioso contemporáneo del Arte que, con ecuanimidad separa unos terrenos de otros, detalla estas corrientes entre las que coloca 3.- Nouvelle Assemblée des Philosophes Chymiques. Dervy Livres. París, 1954. AT LA TABLA DE ESMERALDA a la simbología abstracta, a la exuberantísima metafísica hindú, a la alquimia entendida como método de realización mística...etc.* Otra concepción de la alquimia a nuestro parecer no acorde con laenseñanza de los maestroses la «cientista». Según esta manera de ver, los alquimistas aborda- rían la realidad a su manera, con sus métodos, y así habrían obtenido resultados, algunos de los cuales confirma y "descubre" hoy otro camino de búsqueda, la ciencia moderna, mientras que no pocos de estos resul- tados los alquimistas los saben pero los científicos no, o no todavía. Según esta concepción «cientista» la alquimia sería una ciencia -sus resultados experimen- tales han sido tan ampliamente divulgados que ya no se pueden ignorar pura y simplemente- de la que solo haría falta conocer el modus operandi. Pero semejante concepción es difícil de ser manteni- daa menos que resuelva los problemas con los que setopa. No quedan explicados lor orígenes de tal saber. Para ello se ha echado mano de extraterrestres, de Atlántidas y de civilizaciones desaparecidas. Otros hanexplorado y continúan explorando los libros sagra- dos de diversas tradiciones o algunos saberes iniciáticos. 4.- El lector interesado puede consultar: Emmanuel dHooghvorst, Essai sur [Art d'Alchymie, Inconnues et leur solution, vol 5. P. Genillard. Lausanne, 1951. Edición española: Emmanuel d'Hooghvorst, Ensayo sobre el Arte de la Alquimia, Ed. 7 1/2. Barcelona 1980. -12- INTRODUCCIÓN Pueden admitirse a título de hipótesis algunas de estas explicaciones pero, en todo caso, ninguna de ellas pertenece al reino de la ciencia positiva en el que se mueve la concepción «cientista» de la alquimia. Ade- más, no parece lógico admitir una parte de la explica- ción sin aceptar el resto, máxime cuando la inmensa mayoría de estas hipotéticas explicaciones -por no decir todas- conducen inmediata y directamente a una cosmovisión distinta de la de la ciencia actual. Otra dificultad es la del lenguaje de los Adeptos completamente incomprensible en las primeras aproxi- maciones. Su hermetismo declarado y afirmado expre- samente como barrera para los no dignos; su manifes- tado juramento de secreto respecto a aspectos principa- les de la Obra. ¿Qué clase de ciencia es ésta que se esconde? ¿Por qué? Algunos pretenden que la dificultad de este len- guaje consistiría unicamente en su simbolismo: basta- ría descifrarlo para entenderlo todo. No dudamos que los numerosos estudios de simbología contribuirán ciertamente a esclarecer determinados problemas de lenguaje. Pero la alquimia, aunque en verdad habla por alegoría, no podrá ser desentrañada por los simbolistas porque no es una criptografía a descifrar sino, como dicen sus Adeptos, un don de Dios. La profunda religiosidad de los Adeptos no cuadra tampoco con las pretensiones «cientistas» para explicar la alquimia. Según ellos no sólo es un don de Dios el -13- LA TABLA DE ESMERALDA conocimiento, digamos práctico, que permite obtener la piedra, sino también la vocación alquímica. El amor a Dios y la caridad con el prójimo, son de rigor entre todos los filósofos químicos, como igualmente lo son las invocaciones al cielo. Diversas escuelas pretenden no solo reducir esta religiosidad privándola de su carácter trascendente, sino que también se la quiere “cientifizar” incluso basándose en los propios textos alquímicos. Las alusiones alquímicas al cielo se transforman así exclusi- vamente en cuestión de fuerzas cósmicas desconocidas de naturaleza únicamente física. Sabido es que la Obra necesita determinadas condi- ciones exteriores: sub dio in prato quodan die serena quadam? y que estas condiciones están relacionadas con los astros,con el cosmos. En las ilustraciones alquímicas no sólo aparecen el sol, la luna y los planetas, sino que hay precisiones verdaderamente concretas. El carnero, el toro y los gemelos (Aries, Taurus y Géminis), es decir, los tres meses de la estación primaveral en la que los astros están dispuestos de una determinada manera, presiden fases de la Obra. El Mutus Liber dibuja en sus láminas un abanico de rayos con franjas alternadas de rayas y puntos, que caen sobre la tierra desde el centro del cielo, desde un punto equidistante del Sol y la Luna, y por encima de ellos, mientras que dos campesinos cosechan el rocío. Se trata «sin disfraz -dice Canseliet- 5.- En pleno aire, en un cierto prado, cierto día sereno (Cosmo- polita: Diálogo del mercurio y el alquimista). -14- INTRODUCCIÓN del método que utilizábamos nosotros mismos al princi- pio». Algunos textos son particularmente explícitos. Todo ello confirma sobradamente que la obra tiene que ver con el cielo físico, con la energía cósmica, «... con el agente principal del movimiento y de las trans- formaciones sobre la superficie terrestre y el centro de la Tierra, cuya intervención diferencia a la Alquimia de la Química»? Así pues tienen razón quienes subrayan el compo- nente «cósmico» de la alquimia. Y la ciencia positiva se dirige y se dirigirá aun en mayor medida por este camino para profundizar el conocimiento de la natura- leza y el hombre. Pero de la misma manera que se ha revelado unilateral asimilar la alquimia a la química, tambien es unilateral asimilarla a este otro saber «cósmico». Dice Juan Febro: «Pero el influjo celeste no es nada más que la bebida caliente natural del mundo y el estimulante, el sostén de la vida de todo lo que es sublunar»” Opinión que no es aislada sino general. Citemos de nuevo a Claude d Y ge: Quienes piensen que la Alquimia es de naturaleza terrestre, mineral y metálica, que se abstengan .»* 6.- Canseliet, op. cit. 7.- Citado por Canseliet. op. cit. 8.- Op. cit. -15- LA TABLA DE ESMERALDA Así pues nos encontramos frente a una disciplina que, al decir de sus Adeptos, no es de naturaleza espiritual exclusivamente, ni tampoco exclusivamente de naturaleza terrestre. Las dos concepciones someramente analizadas, la “espiritual” y la “cientista”, no acordes a nuestro juicio con lo que dicen los maestros, han sido las más frecuen- tes fuentes de aproximaciones incorrectas a la alqui- mia. Y en gran medida lo siguen siendo, al menos entre quienes se acercan a ella. En un foro de alquimia en español que conocemos en Internet”, hemos podido leer formulaciones puras de la concepción «espiri- tual», estando sin embargo la mayor parte de las intervenciones animadas por la concepción «cientista». Pero aun queda una tercera concepcion no acorde a nuestro juicio con la enseñanza de los maestros, que hemos encontrado entre quienes ya tienen un cierto grado de conocimientos. Sila alquimia no es ni exclusivamente espiritual ni exclusivamente material, la tentación «panteista» como intento de explicación es inmediata. Lo que está abajo es como lo que está ariba, dice la Tabla de Esmeralda. Esta aseveración permite que se la interprete como la unicidad de todo lo existente, rav Beo0,todoes Dios. Espíritu y materia se interpenetrarían 9.- Se trata del foro de alquimia forumalg. Existen otros foros : públicos y privados -16- INTRODUCCIÓN eigualarían en una sola realidad: lo que existe. Bastaría tomar cualquier parcela de la realidad para reconstruir el todo; más precisamente, el todo se encontraría ínte- gro y cabal en cualquiera de sus partes, solo hace falta saber verlo. En la mancha del jaguar estaría completo el universo, dice el escritor Borges.'* La idea de que en la parte está reflejado el todo como de manera concentradaes una noción fecundísima que, por desgracia, apenas ha sido aprovechada toda- vía. Cuando se aplica a algún dominio concreto, por ejemplo a la medicina, produce resultados sorprenden- tes. Hay médicos que saben ver en iris del ojo humano un reflejo, una proyección de los órganos y sistemas que componen el cuerpo así como de su funcionamien- to'!. Otros encuentran dicha proyección en las diversas partes del rostro, en las uñas, en los pies, etc. Todos ellos pueden curar (a condición que conozcan su cien- cia, claro). Los resultados serían igualmente fructíferos si supiéramos aplicar esta idea fecunda a otras parcelas de la realidad. Pero pese a que el panteismo es una concepción elaborada hace tiempo esta óptica «proyectista»! ape- 10.- En la serie de relatos que titula «El Aleph» 11.- El lector puede encontrar un estudio bastante detallado en Bernard Jensen, Ciencia y práctica de la iridología, Editorial Yug, México, 1980. 12.- ¿Ha pensado el lector que el «polvo» con el que los alquimistas transmutan cualquier metal imperfecto en oro es llamado por ellos E LA TABLA DE ESMERALDA nas empieza a esbozarse ahora como ciencia, de lo cual no podemos sino lamentarnos. Pero aun cuando se constituya este cuerpo de conocimientos con el cual la ciencia avanzaría a pasos de gigante, sería, al menos desde el punto de vista de la alquimia, aproximativo, imperfecto, mientras perma- nezca en el marco de la teoría que los sustenta. El xa Beoo permite explicarteóricamenteel cosmos, superando la dualidad materia-espíritu tal como venía'? siendo generalmente entendida desde hace tiempo. Pero dicha dualidad procede de un conocimiento insuficiente de la materia, de su identificación y reducción a una de las formas en que esta se manifiesta. La diferencia de los hermetistas entre materia "burda" y las diversas clases de materia sutil hubiera contribuido a evitar este embrollo!*. «polvo de proyección»? Siendo en su opinión el metal oro el que resume de manera más perfecta la naturaleza de los metales ¿sería azaroso este adjetivo «de proyección» aplicado al «polvo»? 13.- Decimos venía, en pasado, porque la formulación de la teoría general de la relatividad a principios del siglo XX, inició el desmoronamiento de la separación tradicional entre materia y formas no materiales que hasta entonces postulaba la ciencia. Que la gravedad y otras formas de energía pueden, en determinadas condiciones, crear «materia» ha sido comprobado posteriormente de manera experimental. La astrofísica, la física de partículas y especialmente la física cuántica han acabado con tal separación. 14.- Las insólitas realizaciones de las llamadas paraciencias no consisten sino en la aplicación de estos conceptos herméticos acerca de las diferentes clases de materia y sus propiedades, a diversas parcelas de la realidad (por ahora casi exclusivamente limitadas al psiquismo humano). - 18 - INTRODUCCIÓN El panteismo reune y unifica esta "materia" y este "espíritu", cuyos límites la ciencia positiva empieza a no saber donde se encuentra ni si es que lo hay, y los declara la totalidad de lo existente, butizándolos de divinos. En última instancia es un monismo inmanente y no es un azar ni una incoherencia que fuera declarado herético por las religiones trascendentes. Refiriéndose a la posible existencia de algo más que trascendiera a este uorv Beoo, Spinoza declaraba: [gnorantia non est argumentum. Efectivamente. Desde el punto de vista racional, que no es el único que permite dar cuenta de lo existente, la ignorancia no es un argumento. Pero no lo es ni en un sentido ni en otro. En todo caso, los alquimistas postulan energicamente la existencia de un Dios trascendente creador de los cielos y la tierra. Hacen suyas las palabras de la Biblia: «Vanos son todos los hombres en quienes no se halla el conocimiento de Dios.... no pudieron entender al que es... sino que creyeron que el fuego, o el viento, o el aire presuroso, o el Sol y la Luna, son los dioses que gobiernan al mundo.Concuya belleza, estando enamorados, tuviéronlos por dioses: sepan cuanto más bello es el señor de ellos...»!* Los alquimistas afirman que la Gran Obra debe ser comparada a la creación del universo: 15.- Sabiduría XUL, | y ss. -19- LA TABLA DE ESMERALDA «Que el hijo de los filósofos escuche a los sabios que unánimemente concluyeron que esta obra debe ser compa- rada a la creación del universo»'* «La generación de la piedra se hace al ejemplo de la creación del mundo»'” Panteismo y alquimia tienen un punto parecido: que lo que está abajo es como lo que está arriba, que todo es uno. «Entonces el Hombre'*, que tenía poderes plenos sobre el mundo de los seres mortales y de los animales sin razón, se 16.- Filaleteo, La entrada abierta al palacio cerrado del rey. Editorial 7 1/2, Barcelona, 1979. Cap. V-1, pág 51. 17.- Jean d Espagnet, Arcanum Hermetice opus,canon LXXXIN 18.- Este Hombre, no es un hombre ordinario. Hermes Trismegisto dice de él (Poimandres I, 12):«Entonces el Nous, padre de todos los seres, produjo un Hombre parecido a él». Latradición cristiana lo define diciendo (Gen. 1, 6) «Y dijo Dios: hagamos al Hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza». Es el Adan Cadmon de los cabalistas. Este Hombre es explicado de la siguiente manera (Jacob Lorber, Obispo Martín, 75, 16. Muñoz Moya editor, Sevilla 1989): «Referente a los sistemas solares la Nueva Revelación nos dice: El sol de nuestro sistema planetario es un sol del quinto orden. Junto con una gran cantidad de otros soles del quinto orden, de los que Alfa Centauri es nuestro sol vecino más cercano, gira alrededor de un sol central del cuarto orden; todo este conjunto forma un campo solar. Incontables soles centrales del cuarto orden, es decir, campos solares enteros, giran alrededor de un sol central del tercer orden, formando con este una región solar. Una cantidad inimaginable de soles centrales del tercer orden, es decir, regiones solares enteras, giran alrededor de un -20 - INTRODUCCIÓN descolgó a través de la armoniosa maquinaria compuesta de las esferas cuyas envolturas había agujereado y manifestó la hermosa forma de Dios a la Naturaleza de abajo. Cuando ésta hubo visto que el Hombre poseía la forma de Dios junto con la belleza inagotable y toda la energía de los gobernado- res, sonrió de amor: pues había visto reflejarse en el Agua el semblante de esta forma maravillosamente hermosa del hombre, y a su sombra sobre la Tierra. En tanto que él, habiendo visto reverberar en el Agua la presencia de esta forma parecida suya, la amó y quiso morar en ella. Desde el mismo momento que lo quiso lo cumplió. La Naturaleza entonces, recibiendo en ella a su amado, lo abrazó entera, y ambos se unieron ardiendo de amor.»'” Pero mientras que el panteismo afirma esta unidad como sustancial, como de derecho propio, como iden- tidad, la alquimia la proclama como prestada, proyec- tada, refleja, otra, sin entidad propia, como un don y sol central del segundo orden, formando con este un universo solar. Y finalmente, un número increíble de soles centrales del segundo orden, es decir, universos solares enteros, giran alrede- dor de un sol central principal, formando con este una enorme vaina globular que ya no gira. Incontables vainas globulares forman el microcosmo del gran hombre cósmico: la creación física mayor de que nos habla la Nueva Revelación recibida en los años 1850 por Jakob Lorber. Mientras tanto la astronomía moderna ya ha podido localizar unos cuantos soles centrales del cuarto orden a causa de su extraordina- ria radiación (los cuásares); pero falta todavía que comprenda su función como soles del cuarto orden. Luego quedan por descubrir los soles centrales de los demás órdenes superiores, etc. 19.- Hermes Trismegisto, Poimandres 1, Muñoz Moya y Montra- veta editor, Sevilla 2000. I, 147. (http://www.mmoya.com) -21- LA TABLA DE ESMERALDA una gracia. Si para el panteista la naturaleza es Dios, para el adepto es sólo un reflejo de Dios. Ambos coinciden en ver las manifestaciones del mundo sublunar, pero mientra el panteista afirma que no existe nada más, la alquimia afirma que Dios existe aparte y que todo ello no es sino su reflejo. Así pues no hay posibilidad de confusión: la alqui- mia no es un panteismo. Es más fácil decir lo que no es la alquimia que lo que sí es. Si examinamos su historia podemos hacer la consta- tación de que siempre ha explicado lo mismo. Natural- mente, sus enseñanzas se han presentado vestidas con el lenguaje propio, más exactamente, con el pensamiento propio de cada época”. Inmersa como está nuestra cultura en la idea del progreso y la evolución resulta chocante a la mentalidad contemporánea la existencia de algo que no cambia a lo largo de varios millares de años, máxime cuando este algo se presenta como un pensamiento total. Dicha inmutabilidad permite suponer una concepción totalmente ajena a cualquier «desarrollo» lineal o espiral 20.- Así, por ejemplo, las abigarradas historias de las divinidades griegas son, entre otras cosas, una manera de dejar constancia de las operaciones de la obra. Su sentido puede ser comprendido según el nivel de profundidad al que se examinen. El lector interesado puede consultar el libro Les fables égiptiennes et grecques dévoilées et reduites au méme principe, avec une explication, de Dom Pernety. Chez Delalain, l'ainé, Libraire, Paris M.DCC.LXXXVI. Existe edición moderna en Editions La Table dEmeraude. París 1991. -22- INTRODUCCIÓN del mundo, a cualquier «expansión». Parece como si hubiera mundos superpuestos unos a otros, telescópicos a la manera delos catalejos plegables o de las muñecas rusas (aunque esto es una manera analógica de expresarse). Cada uno de ellos englobaría al inferior sin serenglobado por él. Cada uno de los mundos englobados sería un reflejo pálido del superior, a la manera del triángulo que enelespaciode dos dimensiones, mediante la proyección, refleja de alguna manera el triedro, cuerpo de un espacio de tres dimensiones. En cada mundo inferior habría la misma “pérdida de detalle” y, la vez, también el reflejo del mundo superior. Esta manera de vernoes una concepción específica de la alquimia, sino común a diversos saberes herméticos -por ejemplo la cábala- y aotros queno lo son, por ejemplo la mística. Tampoco es una concepción específíca de la alqui- mia el reconocimiento de que estos mundos no están separados, de que existen puertas de comunicación entre ellos, entre los diversos planos de existencia que representan. Muchas ciencias ocultas coinciden en que se puede pasar del mundo sublunar a los mundos superiores. La alquimia se singulariza por algunos rasgos específicos. Uno es su materialidad. Ya hemos visto antes que tiene que ver con las ciencias de la naturaleza; no es un saber abstracto sino operativo, de laboratorio: los alqui- mistas fabrican oro. Dicha fabricación no es un fin en sí sino una de las consecuencias de aprender a conocer la LG LA TABLA DE ESMERALDA naturaleza reproduciendo sus procesos: el alquimista logra mediante el arte lo que ella crea sola, creación del alquimista que es material, tangible. Pero no se detiene en la transmutación de los metales: su objetivo es llevar a la materia a un estado de fijeza perfecta, excluyendo la alternativa de generación y corrupción que caracteriza a nuestro mundo sublunar. En esta materia sublunar entra el cuerpo humano al que también fija, socorriéndolo en todas sus necesidades y asegurándole la posesión de la vida, eternamente fijada. De muchos de ellos se rumorea que alcanzaron la inmortalidad: Filaleteo, el Cosmopolita, Christian Rosenkreutz, etcétera. La inmortalidad es pensable. El individuo no es sino la conciencia de la propia identidad psicológica durante un espacio de tiempo, identidad de la que se conoce una parte de sus fundamentos materiales. La biología sabe hoy que los caracteres físicos se transmiten e incluso se conoce el mecanismo de la transmisión. También se tiene un cierto conocimiento empírico de la transmisión de los rasgos psicológicos, aunque la ciencia no está en medida de explicar ni el mecanismo ni su fundamento. Se conoce el asiento material de la memoria aunque se ignora si ésta se transmite en el tiempo al igual que los rasgos físicos. La psicología moderna -Jung y su escuela- afirma que sí y ha llegado a la conclusión -por cierto empírica- de que existe un depósito universal de lo memorizado durante siglos, al que llama «inconsciente colectivo». Experiencias -24- INTRODUCCIÓN hipnóticas han regresado al paciente no sólo a la infancia y al periodo fetal, sino a vidas anteriores: sometidos a tratamientos hablaron idiomas que desconocían en su vida ordinaria y describieron lugares y costumbres des- aparecidas varios siglos antes, extremos posteriormente comprobados por historiadores y arqueólogos”. No hay a priori ningún impedimento que niegue la posibilidad de conocer dónde está esta conciencia individual que el sujeto tiene de símismo, adónde pasa, cómo lo hace y cual es el mecanismo para que esta conciencia que la materia tiene de una de sus formas de existencia durante un periodo de tiempo -la vida individual- tenga acceso al almacén donde la única materia existente, sustancia de todo el universo, guarde los recuerdos, las conciencias individuales de sus otras formas de existencia en otros periodos de lo que hemos dado en llamar tiempo”. Si una 21.- Existe una abundante bibliografía al respecto. El lector interesado puede consultar la tercera parte del libro Tres enfoques sobre la reencarnación, de Sebastián de Araúco, espccialmente el cap.I,La reencarnación y la ciencia, editado por el autor Vigo, 1979, en donde encontrará abundante información. Igualmente existen experiencias suficientes acerca de la trascensión del espacio, videncias, premoniciones, etc., etc. 22.- El hermetismo conoce este almacén: «En la sangre está almacenado, por así decirlo, todo lo que el pasado material ha edificado en el hombre». También sabe como leerlo: «En esos casos... se sienten las imágenes del mundo externo; es decir, que sus ascendientes están activos en su Sangre, y, enesas ocasiones, se toma parte, confusa y vagamente, en sus vidas remotas». Véase R. Steiner: El significado oculto de la sangre.. Editorial Kier. Buenos Aires, 1979, -25- LA TABLA DE ESMERALDA nariz tuviera conciencia de sí misma y del mundo exterior podría contar no sólo su historia de generación en genera- ción, de qué combinatoria proceden sus líneas, sino también qué brisas respiró a lo largo de los tiempos, el aroma de qué flores, cuál la tierra que las sustentaba... No nos salimos con ello de las ciencias naturales, aunque parezca una combinatoria harto compleja. De donde sínos salimos es del antropomorfismo en cuanto al tiempo y en cuanto a la conciencia. El tiempo se supone que corre linealmente desde atrás hacia adelante, atrás y adelante que implican la conciencia y la historia humana, o, a un nivel más profundo, la «historia» de la materia de la que conciencia e historia humana serían sólo una parte. Pero el tiempo tal como se viene entendiendo -la medida del movi- miento o el modo de existencia de la materia- sólo tiene sentido en relación con esta propia materia mudable, con el mundo sublunar. Fuera de ella desaparece su necesi- dad y su existencia misma. La serie de los siglos y las épocas sólo tienen sentido desde la materia alterable, sujeta acambio, corruptible, a la que el tiempo define, da entidad y constituye. El tiempo es el modo de existencia de esta materia a la que «coagula» diferenciándola de la indeterminación espacio-temporal del caos, del infinito, permitiéndole «pensarse» a sí misma. Pero el tiempo es un absoluto sólo desde el punto de vista de esa entidad «coagulada», diferenciada del todo, individualizada; desde el punto de vista de la conciencia individual en todos sus grados: mineral, vegetal o animal”. Sólo es -26- INTRODUCCIÓN pensable por esa conciencia ala que permite existiren su seno; fuera de ella no existe. Se es hoy incapaz de pensar desde otra óptica que la de esta «coagulación»; en el caso de los humanos, desde la conciencia de la identidad psicológica indivi- dual, erigida juez supremo y necesariamente ligada al tiempo que, como hemos visto, la forma, constituye su modo de existencia. Por ello se niega la inmortalidad, que es la negación del tiempo. Ahora bien, si en vez de erigir en juez supremo la conciencia individual que nace y muere en el tiempo, abandonáramos este punto de vista y pudiéramos adop- tar la óptica de la sustancia universal que todo lo conforma, nuestra concepción del tiempo y del espa- cio, de la vida y de la muerte no serían antropomórficas. Podríamos ver nuestra preexistencia como concreción de un todo sin solución de continuidad; podríamos considerar nuestra «duración» no como un absoluto sino como la proyección de un mundo infinito -que incluye todo lo pensable- en este mundo contingente, sublunar, manifestado. Proyección forzosamente ves- tida en el manto del tiempo y el espacio y, por lo tanto, de la conciencia individual. Exclamaríamos como el poverello de Asís: hermano lobo, hermana piedra, hermana flor, hermana estrella, sin que ello fuera un desahogo lírico, sino ciencias naturales. 23.- No entramos aquí ahora en la diferenciación entre «concien- cia» mineral, vegetal y animal, de las que se sobreentiende que no hay que interpretar en sentido antropomorfo. E LA TABLA DE ESMERALDA Esta es la óptica de los alquimistas. Considerándo- nos, dentro del mundo sublunar, como la coagulación de un todo sin solución de continuidad,como una de las innumerables posibilidades de manifestación de la sustancia constituyente de este mundo, se aplican a descubrirla y a averiguar cómo funcionan sus «leyes»: así pueden transmutar los metales, «curar» al reino mineral, vegetal y animal. Considerando que esta sus- tancia es manifestada, creada, y que el ser humano y su conciencia son la proyección de la que acabamos de hablar, aprenden a entrar y salir en el mundo proyecta- do mediante la previa disolución en todo lo existente y la identificación, la comunión, con lo reflejado en la proyección y, por ahí, con lo que se proyecta, con la indeterminación infinita consciente,con Dios. El adepto atraviesa la puerta entre los mundos y para él no tienen sentido ni el espacio ni el tiempo: es inmortal, O, si muere, resucita. No tiene ninguna entidad concreta, pudiendo revestirlas todas, hombre o pájaro. Puede transmutar a los metales y puede incluso transmutarse a sí mismo. Su reino no es de este mundo. ¿Cómo realiza el adepto estas maravillas? Muchos son los libros de alquimia escritos por los maestros en los que se aborda uno u otro aspecto de la Gran Obra, o la totalidad de ella. A su estudio remiti- mos al lector, pues nosotros no podemos responder a lo que ignoramos. No obstante deseamos subrayar aun otro rasgo peculiar del arte hermético: en uno u otro momento de su -28- INTRODUCCIÓN trabajo material con la naturaleza, el alquimista entra en contacto con entidades que no son de este mundo. «Existe un medio de manipular la materia y la energía de manera que se produzca lo que los científicos contemporá- neos llamarían un campo de fuerza. Este campo de fuerza actúa sobre el observador y lo coloca en una situación privilegiada frente al universo. Desde este punto privilegia- do tiene acceso a realidades que el espacio y el tiempo, la materia y la energía, suelen ocultarnos...» Así se expresa Fulcanelli según cuenta J. Bergier en la obra que hemos citado antes. «Y sé que muchos, como yo, poseemos este secreto, y estoy persuadido de que hay muchos otros más, con los que próximamente entraré, por así decirlo, en una familiar y cotidiana comunicación.» Es Filaleteo (Introitus, Prefacio, 1H) quien alude a esta, por así decirlo, «familiar y cotidiana comunica- ción» con muchos otros. En innumerables obras de alquimia aparecen en determinado momento guías, ancianos, asambleas de ancianos, espíritus alados, ángeles, vírgenes, etcétera. En muchas ocasiones no son sino simbolismos de fuerzas y operaciones, digamos «físicas» para enten- dernos grosso modo. Pero en otras también sirven para designar entidades que acogen al adepto y cuyas for- mas de existencia no son las de este mundo, no son las de la naturaleza conocida, son sobrenaturales. -29- LA TABLA DE ESMERALDA Carácter sobrenatural que no hay que entender - una vez más la materialidad de la alquimia- como magia. Así como Aristóteles colocaba después de la física a la metafísica (literalmente: lo que está más allá de la física), estas entidades sobrenaturales interme- dias entre el hombre y Dios -absolutamente trascen- dente e inefable- son sobrenaturales en el sentido de que están más allá de la naturaleza. Eso no quiere decir que sean incognoscibles, intratables. Existen con inde- pendencia de los hombres individuales, por sobre ellos, pero éstos pueden llegar a conocerlas”, a tener trato con ellas; más aún, a fundirse con ellas, transformán- dose así en una de ellas. Tal es la pretensión de la alquimia. Incluso algunos escritos abordan el problema de las relaciones entre el mundo de la naturaleza -hombre com- prendido y del que es conveniente no olvidar la gran cantidad de cosas que se ignoran- con las formas inferio- res del mundo sobrenatural. Así Dom Pernety, después de explicar que en la naturaleza existen las transmutaciones puesto que ésta transforma las sustancias de la tierra en 24- No nos extendemos ahora aquí en por qué algunos humanos tienen acceso a este conocimiento. Los maestros son unánimes en explicar que por la voluntad libre de Dios. «He aquí uno de nuestros hijos que Dios quiere hacer tan grande como sus padres. . >» (Saint Germain: La santísima trinosofía). «Fuera lo que fuese, comprendí que Dios me permitía asistir a unas bodas ocultas...» (Las bodas químicas de Christian Rosenkreutz). «A aquel que ha sido beatificado por Dios con este talento...» (Filaleteo: Introitus), etc., etc. 30 INTRODUCCIÓN frutos o flores, los vegetales en músculo, nervios o pensa- miento, concluye con la siguiente afirmación: «La metempsicosis” de los antiguos filósofos no es otra cosa que las transmutaciones de la naturaleza, tomadas en su verdadero sentido físico»? También podemos leer en Las bodas químicas..., cuando el protagonista es sacado de la torre (alusión al mundo terrestre), el siguiente sorprendente párrafo: «“¡Ay!, cómo compadezco a los pobres hombres de la torre; ojalá que Dios me permita liberarlos a todos”. El hijo respondió: “Madre, Dios lo ha ordenado así y no debemos desobedecerle. Si todos fuéramos señores y poseyéramos los bienes de la Tierra, ¿quién nos serviría cuando estuvié- ramos en la mesa?” Su madre no respondió nada»?” No entramos ahora en el problema de las relacio- nes entre ambos mundos, vasto y complicado tema que se sale del marco de estas notas y que sólo hemos rozado para mostrar que el mundo natural y el sobrena- tural no están separados en la alquimia por ninguna barrera infranqueable, que, por el contrario, son distin- tas formas de existencia, distintas coagula de un todo sin solución de continuidad, al menos a este nivel. 25.- La transmigración de las almas, la serie de reencarnaciones sucesivas. 26.- Dom Pernety, Dictionnaire Mytho-Hermetique. A Paris, Quai des Agustins. Chez Bauche, libraire, M.DCC.LVIT. 27.- Valentín Andrez, Las bodas químicas dc Christian Rosenkreutz. Día 1. Editado en esta colección. Le LA TABLA DE ESMERALDA Puede afirmarse sin lugar a dudas en base en las aseveraciones de los propios alquimistas que, en un momento los adeptos entran en contacto con estas formas de existencia más amplias que la «coagula- ción» espacio-temporal de la individualidad humana: con los espíritus, con los ángeles, con formas de existencia conscientes y comunicantes cuya ipseidad, repetimos, no es de este mundo. Sobre el cómo de este contacto y sobre la naturaleza de dichas entidades los adeptos han sido, a nuestro conocimiento, extraordina- riamente reservados. Aunque una conclusión se des- prende unánime de todos ellos: sin la ayuda de estas entidades, su trabajo no habría llegado a su fin. Lector atento, lo hasta aquí dicho son reflexiones banales sobre un saber cuyo objeto y cuyo método, indisolublemente ligados como en todo saber, superan de lejos el círculo estrecho de nuestros conceptos precisos. Estas líneas introductorias han sido escritas en lenguaje restringido, el de la racionalidad, el de lo universalmente comunicable; en igual lenguaje están redactadas todas nuestras notas y observaciones a los textos alquímicos y otros. Dicha restricción no favore- ce, sino que obstaculiza la comprensión de aquello que el texto dice. No les prestes pues atención. Sin embargo, entien- de que, puesto que de libros publicados se trata, no son enteramente inútiles. Quién sea cada autor, a qué «escuela» pertenezca. es enteramente igual. Independientemente de su propia -32- INTRODUCCIÓN voluntad, no se trata aquí sino de una manifestación del Espíritu, en el tiempo, sí, pero no concerniente a ninguna fenomenología de la historia. En el tiempo estamos y en él se manifiesta el Espíritu, pero no para historizarse, sino para inmortalizarnos. Tampoco im- porta cómo ni a través de quién se manifiesta y las discusiones al respecto son enteramente inútiles, pues nies problema de nuestra incumbencia, ni seguramen- te podemos situarlo. Por alguna razón tendrás este libro entre las manos. Lee pues, lector, y que el Señor quiera serte propicio. Dicen los maestros que llega un momento en que los libros no hacen falta: ojalá te sea dado alcanzarlo. Deseo pedirte tu bendición si eres ser piadoso. Que la luz, la bendición y la proteccción divinas sean con nosotros. Miguel Angel Muñoz Moya Xochimilco, México, Puebla del Maestre (Badajoz), España 1% de noviembre1997, día de la Comunión entre los vivos y los muertos de esta vida terrenal. 33%, La Tabla de Esmeralda de Hermes Trismegisto TABLA DE ESMERALDA de Hermes Trismegisto sobre la química? Palabras de los secretos de Hermes escritas sobre una tabla de esmeralda que sostenía en sus manos cuando, en una cueva oscura, fue encontrado su cuerpo embalsamado. Verdad sin mentira, cierto y muy verdadero: lo que es inferior es como lo que es superior; y lo que es superior es como lo que es inferior, para los cumplimientos de los milagros de una sola cosa. Y como todas las cosas fueron desde uno, por la meditación de uno sólo, igualmente las cosas fueron nacidas por ello de una cosa, por adaptación. Su padre es el Sol, su madre la Luna. El viento la ha llevado en su vientre. 28.- Traducción de la primera edición impresa aparecida en Nuremberg, en 1541 32 HERMES TRISMEGISTO La Tierra es su nodriza. En ella está el padre de todos los talismanes del mundo. Si es hecha tierra, su fuerza está entera. Separarás la Tierra del fuego, lo sutil de lo espeso, con gran inteligencia. Él subió de la Tierra al cielo, de nuevo descendió a la Tierra, y recibió la fuerza superior e inferior. Así tendrás la gloria del mundo entero. Por ello toda oscuridad se aleja a ti. Aquí está la fuerte fuerza de toda fuerza, que vence toda cosa sutil y penetra toda cosa sólida. Así es creado el mundo. Tales son las admirables adaptaciones cuya manera está aquí. Poresosoy llamado Hermes Trismegisto, poseyen- do las tres partes de la filosofía del mundo entero. Completo es lo que he dicho de la operación del Sol. -38 - OTRA VERSIÓN DE LA TABLA DE ESMERALDA” AQUI SE ENCUENTRA LA FORMACION DE LA NATURALEZA Es verdad, fuera de duda, cierto, auténtico, que lo superior viene de lo inferior y lo inferior de lo superior. Él hizo maravillas a partir de Uno; cómo todas las cosas proceden de Uno por un procedimiento común, cómo todas las cosas son producidas de esta sustancia por un procedimiento común. ¡Cuán maravillosa es su ciencia! El es la cabeza del - mundo, enel que su padre es el Sol y su madre la Luna. 29.- Publicada en la revista Alchimie mediterranéenne. Traduci- da por Omar Yeshia y Munir Hafez. -39- HERMES TRISMEGISTO El viento lo ha llevado en su seno y la Tierra lo ha alimentado. Él es el padre de los talismanes, el poseedor de las maravillas. Sus facultades son perfectas. Él es el restaurador de las luces. La tierra se ha vuelto un fuego. Separa la tierra del fuego y él te iluminará. Lo sutil es más noble que lo grosero. Lentamente, suavemente, sube hacia el cielo, coge la luz, y después vuelve a bajar a la Tierra. En Él está la facultad de lo superior y de lo inferior. pues en Él hay la luz de las luces, y es por lo que las tinieblas le huyen. La fuerza del poderoso vence todas las cosas. Toda cosa sutil penetra toda cosa grosera. El microcosmos está formado como el macrocos- mos. Esto es mi gloria, y es por eso por lo que soy llamado Hermes, tres veces grandes por la sabiduría. e | UNA VERSIÓN MÁS DE LA TABLA DE ESMERALDA” Es verdadero, sin falsedad alguna, cierto y muy cierto. Lo que está encima es igual a lo que está debajo, y lo que está debajo esigual alo que está encima para que se cumplan los milagros de una sola cosa. Y como quiera que todas las cosas lo fueron por la contemplación de una sóla, así también todas las cosas surgieron de esta única cosa por un simple acto de adaptación. El padre de ello es el Sol, la madre la Luna. El viento lo llevaba en su seno y la Tierra es su nodriza. 30.-E.J]. HOLMYAROD. Alchemy. Penguin Books Ltd. Hatmond- sworth, Middlessex, 1957. De este libro, excelente en muchos aspectos y con una especial dedicación a los mal conocidos al- quimistas ingleses, existe traducción española de María Samper: Alquimia. Ediciones Redecilla, Barcelona, 1961. -41- HERMES TRISMEGISTO Es el padre de todas las obras maravillosas a lo largo y ancho del mundo. El poder del mismo es perfecto. Si fuese arrojado a la Tierra separaría al elemento Tierra del elemento Fuego, lo sutil de lo grosero. Con gran sagacidad asciende suavemente desde la Tierra al Cielo. Desciende de nuevo a la Tierra y reúne en sí la fuerza de las cosas superiores y de las cosas inferiores. Asíposeerás la gloria del brillo de todo el universo y toda oscuridad huirá lejos de ti. Esta cosa es la recia fortitud de toda fortaleza, ya que vence a toda cosa muy sutil y penetra en toda sustancia sólida. Es así como fue creado este mundo. Por consiguiente, se alcanzarán adapataciones maravillosas de las cuales ésta es la clase. Por esta razón me llaman Hermes Trismegisto., porque poseo tres partes de la sabiduría del mundo entero. Lo que tenía que decir sobre la operación del Sol está consumado. -42- Tabula Smaragdina Hermetis Esse refert Hermes supera inferioribus «qua, Si quis mirandum perficere optet opus, Errantes celso cernuntur in axe Planete, His est par est fructu Terra metallifero. Sol Pater est lapidis, Mater vaga Cynthia. Ventus ventre tulit natum, terra cibavit eum. -43- Es dicho por Hermes que lo superior ha de ser igualado a lo inferior, si quieres hacer una obra maravillosa Errantes en lo alto son movidos en el eje los planetas Por su fruto metalífero, la tierra es semejante. El Sol es el padre de la piedra, la errante Cintia madre. El Viento la hallevado en su vientre. La Tierra la ha nutrido. Esta Tabla de Esmeralda en lenguaje simbólico está publicada como lámina 95 del compendio de alquimia publicado bajo el título de Viridarium Chymicum (El Jardín Químico) **: Según Bernard Husson, está sacada del Prodomus Rhodostauroticus , libro de tradición rosacruz” publi- cado por primera vez en Heidelberg en 1620. La com- posición del interior del círculo procede a su vez de El vellocino de Oro”, de fecha anterior. Los tres escudos ligados por cadenas son la Sal representada por una estrella, el Azufre representado por un león y el Mercurio representado por un águila bicéfala. A la izquierda de la estrella salina se encuentra la tierra y a la derecha el cielo. Entre los tres encierran una esfera crucífera en cuyo interior hay una au invertida cuyo giro a la derecha, al decir de Bernard Husson, daría el signo espagírico del vitriolo. 31.- Viridarium Chymicum. Muñoz Moyaeditores. Sevilla, 1986. 32.- En griego rodos sigifica rosa, y stauros Cruz. 33 - Véase Salomon Trismosin, «La Toison d'Or ou La Fleur des trésors», pág. 12. Existe versión moderna en Ed. Retz, París, 1975. - 45 - HERMES TRISMEGISTO El poema que explica la ilustración en El vellocino de Oro dice que «de este vitriolo nacen los metales». Estos metales los vemos arriba del grabado como círculos que rodean un cáliz en el que el sol y la luna vierten su flujo. Hay que tener igualmente presente para una ajus- tada interpretación de esta lámina que los metales son tambien calendarios e indicadores de las fases de la Obra (el lector interesado puede profundizar el tema en muchos textos clásicos como, p. ej. la novena llave de Basilio Valentín titulada «La revolución de los plane- tas y los colores») La filacteria circular contiene el conocido axioma hermético Visita Interiora Terre Rectficando Invenies Occultum Lapidem, Visita Interior de la Tierra Recti- ficando Encuentras la Oculta Piedra, cuya interpreta- ción así como el lugar donde poner las comas ha dado lugar a numerosísimos comentarios. Acabemos señalando que el conjunto, visto en perspectiva, son dos círculos inscritos en un cuadrado, alusión según algunos al atanor y al horno. Las flores de los vértices, cuatro pétalos, macho y hembra, com- pletan el significado de esta obra simbólica, que no en balde, Basilio Valentín incluye en sus Doce Llaves de la Filosofía* bajo el título Paradigma de la Gran Obra. 34.- Basilio Valentín, Las doce llaves de la F ilosofía. Publicado en esta colección. -46 - Explicación de La Tabla de Esmeralda por Hortulano El siglo XIV ve surgir toda una pléyade de Artistas.... Grasseo, llamado Hortulano, comentarista de La tabla de Esmeralda (1358)... Fulcanelli + 35.- Fulcanelli: Las Moradas Filosofales, cap. MM, La alquimia medieval. Muñoz Moya editor. Sevilla, 1989, pág. 107. -49- ¡Alabanza, honor y gloria os sean rendidas eterna- mente, oh Señor, Dios todopoderoso! con vuestro muy amado Hijo, nuestro salvador Jesús-Cristo, verdadero Dios y único Hombre perfecto, y el Santo Espíritu consolador, Trinidad Santa, que sois el Dios único. Os doy gracias porque habiendo conocido las cosas pasa- jeras de este mundo, enemigo nuestro, me habéis sacado de él por vuestra gran misericordia, para que no fuese pervertido por sus engañadoras voluptuosidades. Y porque he visto muchos de los que trabajan en este Arte que no siguen el camino derecho, os suplico, oh Señor mío y mi Dios, que os pluja que pueda alejar de este error, por la Ciencia que me habéis dado, a mis muy queridos y bien amados, para que, habiendo conocido la verdad, puedan alabar vuestro santo Nom- bre, que es eternamente bendito. Por tanto yo, Hortulano, es decir Jardinero, así llamado a causa de los Jardines marítimos, indigno de ser llamado Discípulo de la Filosofía, conmovido por la amistad que tengo a mis muy queridos, he querido poner por escrito la declaración y explicación cierta de las palabras de Hermes, padre de los Filósofos aunque a HORTULANO ellas sean oscuras, y declarar sinceramente toda la práctica de la Verdadera Obra. Y cierto que no sirve de nada a los Filósofos querer esconder la Ciencia en sus escritos, cuando obra la Doctrina del Espíritu Santo. -52- EXPLICACIÓN DE LA TABLA DE ESMERALDA Capítulo primero E] Arte de Alquimia es verdadero y cierto El Filósofo dice: Es verdad, a saber, que el Arte de Alquimia nos ha sido dado. Sin mentira; dice eso para convencer a los que dicen que la Ciencia es embustera, es decir, falsa. Cierto, es decir experimentado, pues todo lo que es experimentado es muy cierto y muy verdadero pues el muy verdadero Sol es procreado por el Arte. Dice muy verdadero, en superlativo, porque el Sol engendrado por este Arte, sobrepasa a todo Sol natural en todas las propiedades, tanto medicinales como otras. 5 HORTULANO Capítulo 1 La Piedra debe ser dividida en dos partes A continuación toca la operación de la Piedra diciendo que lo que está abajo es como lo que está arriba. Dice eso porque la Piedra está dividida por el Magisterio en dos partes principales, a saber, en la parte superior, que sube arriba, y en la parte inferior que queda abajo fija y clara. Y sin embargo estas dos partes. son acordes en virtud. Es por lo que dice: y lo que está arriba es como lo que está abajo. Ciertamente esta división es necesaria. Para hacer los Milagros de una cosa. Es decir de la Piedra; pues la parte inferior es la Tierra, que es la Nodriza y el Fermento; y la parte superior es el Alma, la cual vivifica toda la Piedra, y la resucita, Es por lo que estando hecha la Separación y la Conjunción muchos Milagros vienen a hacerse en la Obra secreta de la Naturaleza. -54- EXPLICACIÓN DE LA TABLA DE ESMERALDA Capítulo IU La Piedra tiene en sí los cuatro elementos Y como todas las cosas han sido y son venidas de ino por la mediación de uno. Aquí da un ejemplo liciendo: Como todas las cosas han sido y son salidas le uno, a saber, de un globo confuso, o de una masa onfusa, por la mediación,es decir, porel pensamiento , creación de uno, es decir, de Dios todopoderoso. Así on nacidas todas las cosas.Es decir son salidas de esta osa única, es decir de una Masa confusa, por adapta- ión, es decir por el solo mando y milagro de Dios. Así uestra Piedra es creada y salida de una Masa confusa, -onteniendo en sí todos los Elementos, la cual ha sido reada por Dios, y por su Milagro, nuestra Piedra ha salido y nacido de Él. -55- HORTULANO Capítulo IV La Piedra tiene Padre y Madre, que son el Sol y la Luna Como vemos que un Animal engendra natural- mente varios otros animales parecidos a él, así el Sol engendra artificialmente el Sol por la virtud de la Multiplicación de la Piedra. Es por lo que sigue: El So/ es su Padre, es decir, el Oro de los Filósofos. Y porque en todas las generaciones naturales debe haber un lugar propio para recibir las Simientes, con alguna conformi- dad de parecido en parte. Así es necesario que en esta Generación artificial de la Piedra, el Sol tenga una materia que sea como una Matriz propia para recibir su Esperma y su Tintura. Y eso es la Plata de los Filósofos. Por ello es por lo que sigue, y la Luna es su Madre. -56- EXPLICACIÓN DE LA TABLA DE ESMERALDA Capítulo V La conjunción de las Partes es la concepción y la generación de la Piedra Cuando estos dos se reciben el uno al otro en la Conjunción de la Piedra, la Piedra se engendra en el vientre del Viento, y es lo que dice poco después: El Viento la ha llevado en su Vientre. Se sabe bien que el Viento es Aire, y el Aire es vida, y la vida es el Alma, la cual ya he dicho antes que vivifica toda la Piedra. Así es preciso que el Viento lleve toda la Piedra, y la lleve de nuevo, y que engendre el Magisterio. Es por lo que se sigue que debe recibir alimento de su Nodriza, a saber de la Tierra. Así el Filósofo dice: La Tierra es su Nodriza. Pues al igual que el Niño no llegaría nunca a crecer sin el alimento que recibe de su Nodriza, de la misma manera nuestra Piedra no llegaría nunca a efecto sin la fermentación de la Tierra; y el fermento es llamado alimento. De tal suerte se engendra de un Padre,con la conjunción de su Madre, la cosa,es decir, los Hijos parecidos a los Padres, los cuales, si la - cocción noes larga, serán hechos parecidos a la Madre, y retendrán el peso del Padre. -57- HORTULANO Capítulo VI La Piedra es perfecta si el Alma es fijada en el Cuerpo Después continúa: El Padre de todo el Telema del Mundo está aquí, es decir, en la Obra de la Piedra hay una vía final. Y observad que el Filósofo llama a la Operación el Padre de todo el Telema, es decir, de todo el Secreto o Tesoro de todo el Mundo, a saber, de toda Piedra que ha podido encontrarse en este Mundo. Está aquí. Como si dijera: he aquí que te la enseño. Después el Filósofo dice ¿quieres que te enseñe cuando la fuerza de la Piedra está acabada y es perfecta? Ello ocurrirá cuando sea convertida y cambiada en su tierra. Y por eso, dice, su fuerza y potencia está entera, es decir, perfecta y completa, si es convertida y cambiada en tierra. Es decir, si el alma de la Piedra (de la que hemos mencionado mas arriba que el Alma es llamada Viento, y Aire, en la cual está toda la vida y la fuerza de la Piedra) es convertida en tierra, a saber de la Piedra, y la fija de manera tal que toda la Sustancia - 58 - | ¿ EXPLICACIÓN DE LA TABLA DE ESMERALDA * de la Piedra esté tan bien unida con la Nodriza (que es | la Tierra) que toda la Piedra sea convertida y vuelta - fermento. Y como cuando se hace pan un poco de levadura alimenta y fermenta una gran cantidad de masa y así cambia toda la sustancia de la masa en fermento, también el Filósofo quiere que nuestra Pie- dra sea fermentada de tal manera, que sirva de fermento a su propia multiplicación. -59- HORTULANO Capítulo VI La mondificación de la Piedra A continuación enseña como debe multiplicarse la Piedra: pero antes pone la mondificación de la misma y la separación de las partes, diciendo: Separarás lu Tierra del Fuego, el Sutil del Espeso, suavemente, con gran industria. Suavemente, es decir, poco a poco, no con violencia, sino con espíritu e industria, a saber por la mierda* de ave o estiércol filosofal. Separarás, es decir, disolverás, pues la disolución es la separación de las partes. La Tierra del Fuego, el Sutil del Espeso, es decir, los posos y la inmundicia del Fuego, del Aire y del Agua y de toda la Sustancia de la Piedra de manera que quede enteramente sin inmundicia. 36.- La palabra original significa literalmente: «excremento o líquido de aves, de pájaros salvajes; y de algunos animales» -60- EXPLICACIÓN DE LA TABLA DE ESMERALDA Capítulo VIII La Parte no fija de la Piedra, debe separar la Parte fija y elevarla Estando preparada la Piedra de esta forma, se puede entonces multiplicar. Por lo tanto pone ahora la Multiplicación; y habla de la fácil licuefacción o fusión de ésta por la virtud que la misma tiene de ser - entrante y penetrante en los Cuerpos duros y blandos, diciendo: Sube de la Tierra al cielo y directamente desciende a la Tierra. Aquí hay que notar bien que aunque nuestra Piedra, en su primera Operación, se divida en cuatro partes, que son los cuatro Elementos, sin embargo, como ha sido dicho arriba, hay dos Partes principales en ella; una que sube arriba, que es llamada la no fija, o la volátil; y la otra que queda fija abajo, que - es llamada tierra o fermento, como se ha dicho. Pero hay que tener gran cantidad de la parte no fija, y darle a la Piedra, cuando la misma esté muy limpia y sin suciedad, y hay que darle tantas veces, por el Magiste- rio, que toda la Piedra, por la virtud del Espíritu, sea llevada arriba, sublimándola y haciéndola sutil. Y eso es lo que dice el Filósofo: Él sube de la Tierra al Cielo. -61- HORTULANO Capítulo IX La Piedra volátil debe ser fijada una segunda vez” Después de todo eso, hay que incerar*? esta misma Piedra (así exaltada y elevada, o sublimada) con el Aceite que ha sido sacado de ella en la primera opera- ción que se llama Agua de la Piedra. Y hay que darle vueltas muy a menudo al sublimarla, hasta que por la virtud de la fermentación de la Tierra (con la Piedra elevada o sublimada) toda la Piedra, por reiteración. desciende del Cielo a la Tierra, permaneciendo fija y fluyente. Y es lo que dice el Filósofo: desciende a la tierra. Y así: Recibe la fuerza de las cosas superiores, sublimando, de las inferiores, descendiendo; es decir, que lo que es corporal, será hecho espiritual en la sublimación, y lo espiritual, será hecho corporal en la Descensión, o cuando la materia desciende. 37.- Una segunda vez; una vez todavía. 38.- Incerar: de la raíz latina cera: dar a una materia la consisten- cia de la cera, mezclar cera a una sustancia. 6D EXPLICACIÓN DE LA TABLA DE ESMERALDA Capítulo X De la utilidad de Arte y de la eficacia de la Piedra Tendrás por este medio la gloria de todo el Mundo. Es decir, por esta Piedra así compuesta, poseerás la gloria de todo el Mundo. Y por eso toda oscuridad se irá de ti,es decir toda pobreza y enfermedad. Ello es la Fuerza fuerte de toda fuerza. Pues no hay ninguna comparación de las otras Fuerzas de este Mundo con la Fuerza de esta Piedra: pues ella vencerá toda cosa sutil, y penetrará toda cosa sólida. Vencerá, es decir, ven- ciendo y subiendo, cambiará y convertirá el Mercurio vivo congelándolo, él que es sutil y blando, y penetrará los otros Metales, que son cuerpos duros, sólidos y firmes. -63 - HORTULANO Capítulo XI El Magisterio imita la Creación del Universo El filósofo da a continuación un ejemplo de la Composición de la Piedra, diciendo: Así ha sido creado el Mundo, es decir, que nuestra Piedra está hecha de la misma manera como ha sido creado el Mundo. Pues las primeras cosas de todo el Mundo, todo lo que ha sido en el Mundo, ha sido primero una Masa confusa, y un Caos sin orden, como ha sido dicho arriba. Y después, por el artificio del soberano Creador, esta Masa confu- sa, habiendo sido admirablemente separada y rectifica- da, ha sido dividida en cuatro Elementos: y a causa de esta separación, se hacen diversas y diferentes cosas. Así también se pueden hacer diversas y diferentes cosas por la producción y disposición de nuestra Obra, y ello por la separación de los diversos Elementos de los diversos Cuerpos. De ello serán y saldrán admira- bles adaptaciones. Es decir, si separas los Elementos, se harán admirables Composiciones propias a nuestra - 64 - EXPLICACIÓN DE LA TABLA DE ESMERALDA -Obra, en la Composición de nuestra Piedra, por la conjunción de los Elementos rectificados. De las cua- * les, es decir de cuyas cosas admirables propias para ] ello, el medio, saber proceder a ello, está aquí. -65- HORTULANO Capítulo XII Declaración enigmática de la Materia de la Piedra Es por lo que ha sido llamado Hermes Trismegis- to, es decir, Mercurio tres veces grande. Después que el Filósofo ha enseñado la Composición de la Piedra, muestra aquí encubiertamente de qué se hace nuestra Piedra, nombrándose a sí mismo. Primero, para que los discípulos que lleguen a esta Ciencia, se acuerden siempre de su nombre. Pero sin embargo toca de qué está hecha la Piedra diciendo a continuación: Teniendo las tres partes de la Filosofía de todo el Mundo, porque todo lo que es en el Mundo, teniendo Materia y Forma, está compuesto de los cuatro elementos. Aunque en el Mundo haya una infinidad de cosas que lo componen y que son las Partes, el Filósofo sin embargo las divide y las reduce todas a tres Partes, a saber, a la Parte mineral, vegetal y animal, de todas las cuales, juntas o por separado, ha tenido la verdadera Ciencia, en la operación del Sol, o Composición de la Piedra. Por eso -66- EXPLICACIÓN DE LA TABLA DE ESMERALDA es por lo que dice: Teniendo las tres partes de la : Filosofía de todo el Mundo, cuyas todas tres están contenidas en la sola Piedra, a saber, en el Mercurio de los Filósofos. - 67 - HORTULANO Capítulo XII Por qué la Piedra es llamada perfecta Esta Piedra es llamada perfecta, porque tiene en sí la naturaleza de las cosas minerales, vegetales y anima- les. Es por lo que es llamada triple, de otra manera trina- una, es decir triple y única, teniendo cuatro Naturale- zas, a saber, los cuatro Elementos, y tres colores: el negro, el blanco y el rojo. También es llamada grano de trigo el cual, si no muere, quedará solo, y si muere (como ha sido dicho arriba, cuandos se junta en la conjunción) trae mucho fruto; a saber, cuando las Operaciones de las que hemos hablado, son llevadas al último punto de perfección. ¡Oh, amigo lector! si haces la Operación de la Piedra, te he dicho la verdad, si no la haces, no te he dicho nada. Lo que yo he dicho de la operación del Sol está acabado y llevado al último punto de perfección. Es decir, lo que ha sido dicho de la Operación de la Piedra de tres Colores y cuatro Naturalezas, que están en una cosa única, a saber, en el solo Mercurio filosofal, está acabado y terminado. -68- La Tabla de Esmeralda por Fulcanelli (Capítulo de su libro Finis Gloriae Mundi) ) INTRODUCCIÓN Fulcanelli es el seudónimo del mayor alquimista con- temporáneo, y uno de de los grandes maestros de todos los tiempos. Sobre él circulan infinidad de rumores, pero no se sabe nada cierto. La revista LA TOUR DE SAINT JACQUES consagró un número especial al misterio de su identidad, existiendo diversas hipótesis. La única persona que lo conoció fue Eugene Canseliet a quien Fulcanelli remitió sus manuscritos para su publica- ciónen 1925, pero jamás ha revelado su identidad. Canseliet dice en el Prólogo a la primera edición francesa de EL MISTERIO DE LAS CATEDRALES*: Hace ya tiempo que el autor de este libro no está entre nosotros. Se extinguió el hombre. Soló persiste su recuerdo ...Sus numerosos amigos, hermanos desco- nocidos que esperaban de él la solución del misterio- 38. Fulcanelli, El Misterio de las catedrales. Muñoz Moya editores, Sevilla 2000 FULCANELLI so Verbum dimissum, le llorarán conmigo ... Desapa- reció al sonar la hora fatídica, cuando se produjo lu Señal ... Fulcanelli ya no existe. Sin embargo, y éste es nuestro consuelo, su pensamiento permanece, ardiente y vivo, encerrado para siempre en estas páginas como en un sanitario. Posteriormente, con inciertas alusiones a la existencia en otros planos y a aspectos secretos de la alquimia, tales afirmaciones han sido matizadas y algunos afirman que Fulcanelli siguió existiendo. Según se cuenta, el premio Nobel de física Jacques Bergier, fue visitado en 1937 por Fulcanelli quien le reveló algunos secretos referentes a la fisión nuclear”? Los rumores han seguido proliferando y, al parecer, Fulcanelli ha seguido siendo visto en los más diversos lugares, el último de lo cuales, la ciudad española de Sevilla (España). Fulcanelli fue el autor de dos obras cumbres de alqui- mia: una EL MISTERIO DE LAS CATEDRALES Y LA INTERPRETACIÓN ESOTÉRICA DE LOS SÍMBOLOS HERMÉTICOS, y la otra LAS MORADAS FILOSOFALES Y EL SIMBOLISMO HERMÉTICO EN SUS RELACIONES CON EL ARTE SAGRADO Y EL ESOTERISMO DE LA GRAN OBRA. Los originales de ambas fueron escritos en francés y publicados por Omnium Literaire de París en 1925 y 1929, 39. Véase El retorno de los Brujos, Louis Pauwels y Jacques Bergier, Plaza i Janés 1971, Cap. La alquimia como ejemplo, II. 40. Fulcanelli, Las Moradas filosofales, Muñoz Moya editores, Sevilla 1989. -72- "EA LA TABLA DE ESMERALDA En julio de 1999, Fulcanelli hace llegar el original de su + tercera y última obra a Jacques d' Ares: FINIS GLORIAE . MUNDI." El autor ha tenido poderosas razones, expuestas en el libro, para abandonar el silencio «No es costumbre que un Adepto vuelva a coger la pluma después de haber franqueado su propia trans- mutación y sólo razones imperiosas que ponen en juego el destino de la humanidad entera han podido convencernos para que rompamos esta regla, habi- tualmente inquebrantable, y abandonemos el manto de silencio con el que se cubre quien pasa por las ascuas del Fénix.» Tras esta fugaz aparición se despide y se retira de nuevo al silencib: «Este libro, escrito desde la urgencia, será el último que firmará Fulcanelli. Podamos tras eso, habiendo cumplido el deber que nos incumbe, volver a entrar en el Silencio del adeptado y no obrar más que según las vías que requiere este estado.» «No es, aunque lleva el mismo título, la que retiramos anuestro leal y muy buen discípulo Eugéne Canseliet, hace ya de eso más de 70 años. Nos pareció entonces que si habían llegado los signos de hacer públicos el modus operandi de la vía seca, los tiempos no esta- 41. Fulcanelli, Finis Gloriae Mundi. Muñoz Moya editores, Sevilla, 2000. FULCANELLI ban, ¡ay!, todavía maduros para desvelar los arca- nos del ars brevis»*? «Los intentos actuales por traer esta excepcional transición de fase a una fecha más satisfactoria para la razón inferior, 1999 en el que estamos o 2000 que es una cifra redonda del calendario, no tienen senti- do alguno.. $ En Finis Gloriae Mundi se dan indicaciones preciosas sobre el «modus operandi» en general y, en especial, se desvelan arcanos del ars brevis -lo que nunca se había hecho- a quienes intentan aproximarse al Adeptado. Por ejemplo Fulcanelli analiza de manera bastante explícita, por no decir de manera totalmente explicita, errores que cometen muchos: el estado de la materia llama- da «Prostituta escarlata»; algunos errores de Filaleteo res- pecto a la confusión de los vasos noble y vil que lleva a la pérdida de la Obra; la trampa «no de las menores» -como dice el autor- que lleva a confundir la estéril prostituta escarlata o el ciclo «de la cuatro edades» con la obtención de la Piedra; algunos remedios para rectificar el error en una u otra de las obras así como la manera de detectarlos; la multiplicación de la quintaesencia y cuantas ruedas pueden hacerse y cuales son sus características; los errores más frecuentes sobre «el sujeto de los sabios»; la insuficiencia -el «ni menos» de un capítulo que se llama «Ni más ni menos»- de «espíritu astral» del que habla Cyliani (Hermes Desvelado) tras la «apertura de la materia» absolutamente 42. Fulcanelli, Finis Gloriae Mundi. Carta de Fulcanelli, Nota introductoria. 43. Fulcanelli, Finis Gloriae Mundi. Capítulo IX, Multiplicación. 27d Ml LA TABLA DE ESMERALDA indispensable para el trabajo del Artista, y un larguísimo etcétera imposible de detallar aquí. Son cosas no dichas hasta ahora. Sobre todo particular- ' mente claro e importante es los concerniente a las relaciones " entre al Artista y la materia y como estos dos polos de la + obra, artista y materia en obra, se interpenetran y determinan ' los resultados. Pero Fulcanelli no se limita en este libro ala «operatoria» , y su fundamento filosófico. Las teorías físicas del «campo unitario» (lo que está abajo es como lo que está arriba), la ' fisión nuclear (el Sol es su padre), los viajes de los cosmonautas a la luna (la luna es su madre), el control de los climas y la manipulación de la opinión pública (el viento lo - ha llevado en su vientre), la ingeniería genética (la tierra es - sunodriza), la clonación se seres (su fuerza está entera si es - convertido en tierra), fusión y fisión nuclear (separarás la : tierra del fuego....) ,el porqué de este inusual comentario de la Tabla de Esmeralda, así como quien realizó la inversión alquímica, por qué motivo y sobre la base de qué errores alquímicos, están ampliamente tratados, asícomo sus reme- dios. También trata, siempre sobre base alquímica, del fin de los tiempos, de la interpretación mecánica de lo que se ha dado en llamar «Las Cuatro edades del Mundo» particular- mente de la de los discípulos de René Genon y de como, al igual que en el crisol, ni estos ciclos, ni el fin de los tiempos, son irreversibles hasta que el Ángel toque su trompeta, así como también explica por qué son inútiles los intentos de inversión alquímica cuyos resultados son la desatrosa socie- dad que vivimos hoy (en el capítulo Las resistencias de la materia). -75- FULCANELLI También hace afirmaciones sorprendentes en el capítu- lo El secreto de los filósofos, como por ejemplo: «En revistas de divulgación hemos visto descripcio- nes de nuestros pequeños particulares e incluso algunas fases de la obra. En tal situación ya no es útil usar un lenguaje simbólico, tanto menos cuanto que el uso perverso cuya tentación temían los filósofos, ha llegado a ser un juego diario de las potencias militares y de sus servicios especiales.» FINIS GLORIAE MUNDI, junto con EL MISTERIO DE LAS CATEDRALES y LAS MORADAS FILOSOFALES, es la trilogía de Fulcanelli que conforma una de las obras aqluímicas más importante de todos los tiempos. Reproducimos a continuación el capítulo de dicho libro que lleva por título La tabla de esmeralda que, aunque inusual, y más sorprendente todavía separado del contexto del libro cuyo tema podríamos designar muy brumosamente con el nombre de «alquimia social», creemos de estudio y difusión importante y urgente. Miguel Angel Muñoz Sevilla, 2000 LA TABLA DE ESMERALDA Desde que el presidente Truman mandó lanzar sobre Hiroshima la primera bomba A, inútil desde el punto de vista estratégico puesto que el Japón,exangie, se preparaba para rendirse, rendición que no se adelantó sino unos días, adquirimos la certidumbre que un grupo de hombres perse- guía secretamente un fin más exigente que terminar la guelra. El Sr. Truman y sus consejeros no sólo querían probar su proyecto mortal en condiciones reales sino asegu- rar al gobierno americano una supremacía sin participación y probarlo a los ojos del mundo. No comprendimos el alcance exacto de su proyecto que podía pasar entonces por la ambición de una nueva Roma en el imperio occidental. A lo largo de los decenios siguientes todo el plan se volvió claro a nuestros ojos pues se inspiraba estrechamente en el más corto y esencial de los escritos alquímicos, la Tabla de Esmeralda. Releamos por lo tanto este texto mayor para comentar las adaptaciones hechas en ella con el fin de gobernar orientadamente a las sociedades y para el desarrollo de las ciencias. 77 - FULCANELLI Es verdad, sin mentira, cierto y muy verdadero. Lo que está abajo es como lo que está arriba y lo que está arriba es como lo que está abajo; por estas cosas se hacen los milagros de una sola cosa. Y como todas las cosas son y provienen de UNO, por la mediación de UNO, así todas las cosas son y provienen de esta cosa única, por adaptación. La unidad, sustrato de toda cosa, fue presentida desde la antigiiedad por los filósofos hindús y griegos como lo atestiguan los Upanishad y el Poema de Parménides. El sentido profundo de estos textos ha sido desarrollado en numerosos comentarios y no insistiremos en ello. Los físicos que conocimos antes de la guerra le daban el nombre de campo unitario y desesperaban encontrarlo mediante sus cálculos y comprender sus efectos. Por nuestra parte ni alentamos ni desalentamos sus esfuerzos en este sentido. Varios de estos sabios, conscientes de las amenazas que hacían pesar sobre el mundo las convulsiones de Alemania y la cristalización de fuerzas oscuras, soñaban entonces en uniformar las sociedades humanas en una misma civiliza- ción pacífica que fuera como el reflejo del campo unitario de la materia. Eran, ya lo hemos dicho, niños deslumbrados por la luz del Umbral, ignorantes de los peligros y desbordantes de entusiasmo. Se preparaban, como en los cuentos de hadas, a vencer al lobo para vivir felices el resto de sus días. ¿Cómo concibieron tantas ilusiones sobre lo que fermentaba desde decenios en las sociedades iniciáticas occidentales con las que algunos de ellos se habían sin embargo relacionado? ¿Cómo pudieron entregarse a los jefes militares y políticos americanos, no atados de pies y -78 - Ñ 3 LA TABLA DE ESMERALDA manos sino corriendo y retozando como niños tras el flau- tista? Los primeros trabajos en los que se los empleó versa- ban sobre el campo unitario. Como habíamos previsto fueron vanos. Las raras confidencias del Sr. Rosen, asistente del profesor Einstein, confidencias que nos han sido conta- das, daban cuenta del abandono de las investigaciones a causa de terribles accidentes de los que no comprendían nada y que sus ecuaciones no había permitido prever. Los suministradores de fondos, almirantes de la Navy o directo- res de agencias credas ex profeso y dependientes del Secre- tariado de Defensa, exigieron secreto y aislaron a todos los testigos. Sin embargo, si el campo físico resistía a todos sus esfuerzos, la idea de la unificación de los hombres se abría paso y los accionistas de la industria hacían sus cálculos, seducidos menos por la esperanza de que se acabaran las guerrad que por la perspectiva de un imperio mundial invisible al servicio de América. ¿Fue entonces cuando cabezas locas se dieron cuenta de la similitud entre las preocupaciones de los sabios y los primeros versículos de la Tabla de Hermes, o ya acariciaban la ambición de remodelar el mundo «reconciliando» tradi- ción y modernidad que la mayor parte de los epígonos del esoterismo se dedicaban a separar cuando no a oponer? No tenemos respuesta a esta pregunta. El esoterismo occidental aparecía desde finales del otro siglo como un campo cerrado en el que se enfrentaban voluntades y proyectos que de tradicional no tenían sino la apariencia y de los que el nazismo ofrecía el más lamentable de los espectáculos. ¡Locos fáusticos! Al menos hasta entonces estas quimeras bullían en vasos cerrados, en las trastiendas de librerías polvorientas o en los salones privados de rentistas muertos -79- FULCANELLI de aburrimiento. Pero la aventura nazi dio a muchos de que el poder estaba al alcance de la mano de los audaces. La sinarquía del Sr. Alveydre, que en sus orígenes no era sino una pálida imitación de la sociedad medieval, tomaba el sentido de una dictadura oculta de «superiores desconoci- dos» y todo soplador insignificante, por poco que se hubiera rozado con los ritos mágicos de moda, se sentía el alma de un Cagliostro. El Sol es su padre... En 1943, tras los fracasos parciales sobre los trabajos del campo unitario, el interés refluyó hacia las energías intratómicas. A decir verdad ya habían visto la luz, al menos sobre el papel, varios ensayos de «pilas» y todo lo que retenía a los sabios para intentar liberar la energía de Path era el temor a la reacción en cadena. La carta del Sr. Einstein al presidente Roosvelt sirvió de pretexto. ¡Hablad de huesos a los perros, de bombas a los militares y los veréis gruñir de gusto! La continuación es conocida de todos. El Sr. Oppenheimer, citando ante el fogonazo los versos del Majabáratra: «Si de repente apareciera en el cielo el res- plandor de mil soles, su brillo no haría sino aproximarse a la gloria de este espectáculo»* confirmaba a los ojos de los aprendices demiurgos la justeza de la Tabla de Esmeralda. Faltaba todavía que este sol concebido por las manos del 44. Majabáratra, Libro VI. Subrayaremos que estos versos no se aplican a las “terribles armas de Indra” sino a las transfiguraciones de Krisna. Para el Sr. Oppenheimer el fulgor mortal de la bomba se transformaba en la revelación de la gloria de la materia; nadie sabía todavía cuales serían sus consecuencias. (Nota de Fulcanelli) - 80 - LA TABLA DE ESMERALDA hombre apareciese al mundo en el esplendor de sus nubes; ' nuestros rufianes sabían su Biblia y su salmo 18: «De sus narices salía humo y de su boca un fuego devorador... Delante suyo, nubes de las que salían relámpagos, granizos y carbones de fuego...» Así el presidente Truman ordenó bombardear Hiroshima y Nagasaki para que se viera que los rayos y la potencia de los astros ya no pertenecían al Zeus olímpico sino a los hombres, a algunos hombres. ... y la luna su madre Acabada la guerra y dominado el sol nuclear, se intere- saron inmediatamente por los trabajos del Sr. von Braun y por perfeccionar sus V2. La carrera del espacio alcanzó su punto culminante cuando dos astronautas embutidos en sus escafandras dieron algunos pasos por nuestro satélite. Una interpretación tan literal podría no ser sino trabajo de soplador pero su práctica parece más retorcida. La «con- quista» de la Luna fue abandonada poco tiempo después de esta burda marcha. Sin duda no esperaban de ella sino una huella simbólica en el alma de las masas. Al igual que con la bomba de Hiroshima, un acto ostentoso debía persuadir a los hombres de su dominio sobre las potencias cósmicas e ilusionarlos con que, a continuación, todos participarían de un proyecto que, en los hechos, se reservaban ellos. -81- FULCANELLI El viento lo ha llevado en su vientre. Del viento, al igual que con la Luna, hicieron una lectura literal y se dedicaron a continuación a controlar los climas reteniendo las masas de aire mediante «muros de ondas» levantados sobre continentes enteros, análogos al confinamiento magnético de los flujos de partículas en los grandes aceleradores. Las primeras experiencias,en 1975 y 76, escaparon a todo control durante varios meses. Las segundas, en 1983, tuvieron mejores resultados pero no se levantó su secreto aunque circularon rumores en las univer- sidades. La contrapartida social del dominio de los vientos se tradujo en un intento de controlar la opinión, lo que Virgilio llamaba fama volans, tan móvil y fugaz como la brisa. La tierra es su nodriza y su receptáculo. Para asegurarel retorno a alguna materia densa decidie- ron entonces favorecer los trabajos sobre lo viviente y la ingeniería genética de la que hemos dicho todas las reservas que nos inspira. Las cuatro citas que abren este versículo de la Tabla de Esmeralda cuyos comentarios en actos acabamos de descri- bir corresponden en una lectura alquímica canónica a los cuatro elementos, en un orden extraño: fuego, aire, agua y tierra, en el que alternan lo sutil y lo denso, lo caliente y lo frío. Subrayemos la progresión de los éteres hasta el acaba- miento de la corporificación, correspondientes a los cuatro primeros días del Génesis. La Obra divina de la creación revelada por el Gran Hermes sigue estrechamente el «ciclo» -82- LA TABLA DE ESMERALDA - de las cuatro Edades, edad de oro del Sol, edad de plata de la Luna, edad de bronce de los héroes erráticos cuyas correrías poseen la libertad del viento, edad del hierro densificado al máximo. El lector comprenderá mejor por qué la aparición de estos ciclos tras el fin del proceso de la Creación significa que se cometió un error. Efectivamente, desde que la densificación material del cosmos se acabó no era necesario ya seguir más adelante. Admitamos incluso que, por analogía, este ciclo se aplique a las civilizaciones; debería resumir su nacimiento pero, una vez que toman cuerpo ¿para qué destruirlas y volver a empezar ad libitum la generación de abortos? Pese al absurdo de semejante rueda loca girando sin fin, podríamos admitir un ciclo así si la enseñanza de Hermes se detuviera ahí; pero después de haber comentado brevemente esta primera etapa de la Obra divina e introducido a su discípulo a la contemplación de los orígenés, describe muchas otras operaciones. La aparición inesperada de las cuatro edades en el crisol tiende a rehacer naturalmente lo que, por accidente, fue demasiado deshecho; o, a veces, a obtener el «castigo» de una corporificación demasiado extremada. Sin embargo, en la historia de las civilizaciones ocurre que introduce una creación real, aunque sólo conocemos un ejemplo, que se extiende a lo largo de varios milenios a partir del despertar inducido por la última inversión de los polos. Cuando se examinan tiempos más cortos, aparece inmediatamente algún furor sangriento o la desmesura del orgullo, y lleva a una época a la vez caótica y petrificada cuya salida «natu- ral», ya lo hemos dicho, se realiza por la violencia de un pequeño ragnarok. Aquí fue planificado y programado por demiurgos pervertidos que parecen haber comprendido su sentido primero y pretendían imponer al mundo, fuera del -83- FULCANELLI tiempo marcado por el Creador, una recración de la civili- zación análoga a la «revolución neolítica». Ningún alqui- mista ha intentado en su crisol una parecida inducción forzada, al menos ninguno habla de ella, y nos parece razonable pensar que no conducirá a «un mundo nuevo» sino al desorden acostumbrado. Subrayemos también las equivalencias simbólicas rí gidas y no filosóficas introducidas entre los elementos y las prácticas sociales. Al fuego corresponde la energía del átomo; al agua lunar la conquista espacial asimilada a una navegación; al aire los climas y la opinión; a la tierra los seres vivos. Nada de esta clasificación habría sido admitida por los antiguos porque distribuye elementos heteróclitos bastante arbitrariamente, pero la encontremos hasta en las metáforas populares o entre los novelistas. En cualquie: caso es sofística como hubiesen proclamado con nosotros los antiguos maestros. El Padre de todo, el Telesma del mundo universal, está aquí. Su fuerza o su potencia permanece entera si es hecho tierra. Con estas frases Hermes Trismegisto resume y comen tael estado de la Creación acabada. Pero nuestros demiurgos lo han entendido no como el reposo del séptimo Día, sino como una instrucción para continuar su obra y puesto de lo que se trataba era de «convertir en tierra», han aplicado su fuerza a hacer aparecer seres inexistentes hasta entonces. nuevos virus en biología, cuerpos superpesados en física ya -84 - LA TABLA DE ESMERALDA que, por ventura, su arte no les permite suscitar especies más allá del primer grado estructural de corporización. Las bacterias o las plantas transgénicas no son sino organismos modificados, no criaturas inéditas. Separarás la tierra del fuego, lo sutil de lo espeso, suavemente, con gran industria. Tanta es la claridad de esta frase para un alquimista como fue la dificultad que tuvimos para comprender cómo la interpretaban ellos para sus propios fines. Separar lo sutil de lo espeso encontraba un sentido en teoría de la informa- ción, con la distinción entre hard (espeso) y soft (sutil). En lo que respecta a la tierra y al fuego ¿se trataba de aislar la biología de la física? ¿de oponer las dos técnicas de mani- bidón del átomo, la fisión de los elementos pesados que sirven para producir la energía doméstica, y la fusión, analogon del fuego estelar, reservada para la bomba H? Esta última solución explicaría por qué las investigaciones sobre la fusión controlada fueron desalentadas sistemáticamente, aunque no fuera sino negando a los investigadores los subsidios y los laboratorios necesarios para su puesta a punto. Una tal desafección carece de sentido económico: el hidrógeno abunda en la naturaleza mientras que el uranio no se encuentra sino en escasa minas y exige costosísimos procesos de extracción; tampoco se justifica por los riesgos arrostrados pues la fisión produce deshechos mortales que hay inmediatamente que depositar, vigilar o volver a trans- formar. La aberración de esta política no ha dejado de -85- FULCANELLI sorprender a numerosos sabios a los que siempre se les negó una explicación creíble. Sube de la tierra y baja del cielo, y recibe la fuerza de las cosas superiores y de las cosas inferiores. Quienquiera que se haya inclinado sobre los escritos alquímicos comprenderá que el pasaje describe la ascensión del águila de la que nosotros mismos hemos hablado varias veces. Ahora bien, el águila figura en el escudo de los Estados Unidos y, desde la caída de los imperios de Europa, es incluso la única potencia que todavía la lleva. Exotericamente, en la sucesión de logros ostentosos desti- nados a fijar en el alma de los pueblos estrechas alegorías a guisa de símbolos, la construcción de la lanzadera espacial y sus idas y venidas públicas responderían a las exigencias de su ilusorio programa. De manera más secreta vemos aqui y allá intentos por aliar la tecnología más material a opera- ciones mágicas confundidas con el cielo espiritual. Ya no se contentan con dirigir la opinión mediante la prensa o la televisión, tratan de penetrar los cerebros mediante ondas para ordenar los pensamientos más íntimos como si cada ser humano no fuera sino una acotación de limaduras de hierro entre los polos del imán. Así tendrás la gloria del mundo y toda oscuridad se alejará de ti. No despreciemos nunca a estos maestros ocultos de la alquimia fáustica. A imitación de los sabios trabajan en este - 86 - LA TABLA DE ESMERALDA mundo pero no por é ni siquiera con él. Si buscaran la gloria en el sentido ordinario del término, no se cubrirían con un velo de secreto casi totalmente opaco, poco propicio a exaltar las vanidades. La gloria, entre los antiguos, no es sino una energía de luz, a la que los magos persas llamaban el xvarnah, la misma que manifestó Cristo durante su transfiguración. ¿Cómo aspirar al nimbo de esta gloria a la vez que se rechaza seguir los caminos de la revelación divina y realizar sobre sí las purificaciones más elementa- les? ¿Qué es pues esta gloria mundi si no se la entiende ni en el sentido exotérico ordinario ni en su verdadero signifi- cado espiritual? Acabamos de ver que intentan agrupar y ordenar los cerebros para hacer de ellos alojamientos indi- viduales de un alma única, de una especie de TOV-AVTPONOO artificial. El Padre Teilhard de Chardin había anunciado coma última perspectiva de la evolución la formación de lo lo que él llamaba una noosfera. Pero además de que el mav- AVTPOTOO Cuyo profeta pretendía ser no advenía sino al fin de los tiempos, como un calderón musical del fin de los tiempos, su surgimiento en nada reducía la libertad perso- nal. En su espíritu se trataba de una fusión de amor e inteligencia análoga ala que los teólogos más fiables han descrito como relaciones trinitarias de Dios. No nos corres- ponde juzgar lo bien fundado de las afirmaciones de los teólogos: las revelaciones de las que nos hemos beneficiado y sin las cuales nuestra labor alquímica hubiera sido vana, no concernían sino a la perfección de la materia y a la purificación de nuestra propia naturaleza. El optimismo del padre Teilhard de Chardin, la imagen lineal y suave que se hacía de la evolución no nos han convencido nunca y, si la noosfera a la que llamaba con toda su esperanza visionaria -87 - FULCANELLI ha de realizarse un día, dudamos que sea antes de la formación de los nuevos cielos y la nueva tierra anunciados por San Juan. Pero una noosfera impuesta para explotar su potencia mágica o decuplicar la intuición intelectual de algunos falsos demiurgos está emparentada con la violación de los ángeles que le costó a Sodoma desaparecer bajo el fuego y el azufre. Pues es efectivamente al ángel embrionario que hay en el hombre a quien quieren desviar de su vocación última, a menos que no tengan la jactancia de llegar a ser los únicos hombres verdaderos enviando a los demás a un callejón sin salida, simples células de una máquina pensante esclavizada. Más grave todavía; si nos aproximamos al brillante y locuaz satélite artificial previsto para la entrada en un falacioso tercer milenio, las divagaciones alentadas en torno al eclipse del 11 de agosto de 1999, parecería que se hubieran fijado una fecha para triunfar, lo que les obliga a intensificar su presión sobre las masas. ¡Pura locura hozar así! Un aprendiz se da cuenta desde sus primeros errores y desde sus primeras decepciones que alejarse de las vías de la naturaleza retrasa la obra cuando no obliga a volver a empezarlo todo desde el principio. Pero el orgullosos ni ve ni oye y por más que la materia le huya permanentemente en su crisol, él continúa hasta que todo se rompe irremediable- mente entre sus manos y, de vuelta, le rompe a él. No iremos más adelante en el comentario de la Tabla esmeraldina. Pues ellos mismos, hagan lo que hagan, no alcanzarán nunca ni siquiera la ilusión de la verdadera fuerza, fuerte de toda fuerza que vencerá toda cosa sutil y penetrará toda cosa sólida a la que el Cosmopolita llama, -88- LA TABLA DE ESMERALDA muy acertadamente, la Sal de la tierra*. La quintaesencia, en sus aspectos otros que minerales, mora más allá de la espada del kherub. ¡Finis gloriae mundi! En el cuadro de Valdés Leal, las nubes cubren la última luz y sólo se abren por arriba, desvelando la púrpura que reviste la mano divina y sin embargo natural. Recibiendo esta revelación, el alquimista sincero llega- rá sin duda alguna a su fin, y la verdadera Gloria del Mundo reposará sobre él. Sin embargo, la obra posible al hombre, incluso en su plenitud, no manifiesta sino la esperanza de las cosas por venir; como los Magos en el pesebre o Salomón construyendo el Templo tendrá que depositar su verdadero tesoro en el altar invisible de Aquél ante quien toda carne gime de terror en sus extravíos o ignorancia primera, de amorosa Alegría cuando habiendo cumplido su parte de la obra y sin poder determinar de antemano ni el tiempo ni la hora, contemple no ya la apertura de la materia, sino la de los Cielos y la claridad de Su Gloria. ¡ Y qué necio sería quien prefiriese la gloria vana de este mundo al Don divino más luminoso aún que el carbunclo de los sabios! 45.Sethon. Las obras del Cosmopolita, traducción por Antoine Du Val, Paris, 1969 (Nota de Fulcanelli). -89-